Agradecimiento

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sábado, 23 de junio de 2012

Discurso de Mª Cruz Alonso Sutil

Después del discurso espontáneo de Sor Mª Luisa, Mª Cruz A. Sutil nos tocó el corazón con el suyo.

MERECE LA PENA
A ti que te negaron los besos de cada noche, a ti que aprendiste a ser mujer entre dudas y a escondidas, a ti que fingías tu dolor al creerte no querida, a ti que aprendiste a volar con las alas cosidas.
Te recuerdo a ti, queriendo ser mayor pensando que así podrías hacer lo que querías, eras tan pequeña que del cuidado de una madre pasaste al de “una cuida”; y a ti que sin ser mayor asumías responsabilidades que a otros correspondía. Por tu actitud entendía que sólo demandabas cariño, aunque fueran las migajas del final del día.
Te recuerdo a ti ese día que de repente dejaste de hacer la fila porque ya en tu hucha nada había, y esas tardes de domingo en las que a verte nadie venía, y te escondías en la portalilla que era el rincón con quien tus secretos compartías.
Esas tardes de paseo, escapadas al río y al pueblo, esos bailes en el salón con Julio Iglesias, Tony Ronald, Raphael, Fórmula V, Camilo Sesto, etc. tus partidos de brilé, tus juegos a la goma, y tantos otros que por edad no compartía, cualquier cosa hacías por hacer diferente cada día.
El tiempo iba pasando desde aquel tu primer día, en que sin conocer tú nombre para las demás ya eras bienvenida.
Aquí cabíamos todas; edad, rincón, dormitorio, estudio y comida todo se compartía; todo, menos el dolor de que los días iban pasando y tu nada sabías de tu casa, de los tuyos, de tu abuelita querida, y cuando esa carta llegaba que contenta te ponías; al llegar la noche nuevamente la releías, la escondías bajo la almohada y con ella te dormías, era tu tesoro, tu fortuna y a esperar el nuevo día. ¿Qué importaba si no había “un te quiero” si con “muchos besos” te bastaba? Porque allá lejos, para ti muy lejos, alguien te recordaba.
Nada querías, nada pedías, ni del grupo de cantoras, ni del de las de tocar, ni del ropero, ni de la capilla, en nada de esto estabas incluida, pero no te importaba, solo querías que te dejaran en paz porque nada entendías de lo que cada día allí descubrías, te unías a tu pandilla a la que pagabas el canon de una “merendina” porque sólo eso pedían.
Pero no, no se habían olvidado de ti, aunque te creas fruto de “te quieros rotos” y de “abrazos olvidados”. Hoy mi recuerdo es para ti que circunstancias de la vida te han impedido estar aquí, y para ti y para ti, porque el pasado no puede ser una pesadilla, sino un trampolín que le hizo un guiño a la vida para demostrarte que eres fuerte, valiente y decidida.
Aquí nos encontramos todas orgullosas de nuestras vidas porque vencimos a los miedos, complejos y pesadillas. No quería ponerte triste, sólo recordarte que la vida aunque pasa factura también es agradecida, pues hoy nos ha compensado dándonos la oportunidad de encontrarnos en el punto de partida, y a pesar de ser muchas las generaciones aquí reunidas, todas vivimos lo mismo: penas y alegrías. 
Por tantas y tantas cosas ha merecido la pena conocerte… pero, déjame que te diga que “cuando te das cuenta del valor de la vida, uno se preocupa menos por discutir sobre el pasado, y se concentra más en la conservación para el futuro” (Dian Fossey).
Y para terminar, una cosa sólo os pediría: demos un fuerte aplauso a Paz pues sin ella este momento no se viviría. GRACIAS

2 comentarios:

  1. Todos ellos son comentarios hechos en Facebook respecto a tu discurso:

    P. A. G. Muy bonito. ¡Qué recuerdos!

    R. M G. C. ¡PURA REALIDAD!

    R. P. Precioso...y qué grandes verdades...

    M. M. G. Verdades como puños, parece que ha vivido como yo, las dos generaciones...¡¡¡GRANDE SUTIL!!!!

    C. P. S. Es verdad, es muy emocionante. Bastaría para reflexionar, y enterrar todos los fantasmas del pasado.

    M. J. F. Todo está dicho ya...pero las cosas que son bellas son siempre nuevas...Gracias M. Cruz.

    M. G. S Describe la realidad de cómo nos sentíamos las diferentes generaciones que hemos pasado por el hogar. Muchas gracias por haber plasmado tantos recuerdos en un trocito de papel, recuerdos muy grandes para todas nosotras.

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  2. Mª. Cruz: me ha encantado tu discurso, en pocas líneas nos has recordado todo. Sólo las personas sensibles pueden tener esa capacidad para plasmar esa musicalidad y sentimiento. Querida compañera,muchas gracias.

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